Realizar entrenamientos intensos durante el embarazo puede llegar a ser muy peligroso. Sin embargo, hemos visto en gran cantidad de ocasiones que muchas famosas no encuentran ningún problema en ello. Irina Shayk o Bar Refaeli son algunas de las que han lucido sus barrigas entre pesas y máquinas de gimnasio. ¿Quieres saber por qué pueden hacerlo?
Por qué las famosas se machacan en el gimnasio durante el embarazo y la mayoría de las mujeres no
Son muchas las famosas que presumen de seguir una estricta rutina de entrenamiento hasta el final de su embarazo: Megan Fox hacía yoga, pilates, cardio y pesas, y Kim Kardashian sentadillas y curls de piernas. Pero entonces, ¿por qué ellas pueden y la mayoría de nosotras no?
El hacer deporte antes del embarazo es la clave
La respuesta está en estar acostumbrada de antes, o eso es lo que explica el doctor Ángel Gutiérrez Sainz, profesor del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada. Él y su equipo realizaron un seguimiento durante más de un año a la deportista María Luisa Baena, quien, durante su embarazo, realizó entrenamiento deportivo de alta intensidad.
Los resultados del examen (con pruebas de esfuerzo máximo con control de ECG de 12 derivaciones, tomas de tensión arterial, saturación de oxihemoglobina, RPE y lactacidemia, entre otras variables) hicieron que el doctor asegurara lo siguiente: «mantener una actividad física intensa durante el embarazo tiene muchos efectos sobre la salud del feto y de la madre, y todos positivos. Cualquier ejercicio que mejore la capacidad aeróbica, el tono muscular y la fuerza es recomendable durante el periodo de gestación».
Sin embargo, si la mujer no practicaba deporte con anterioridad, lo más aconsejable es que inicie el deporte después de dar a luz. Desde el punto de vista psicológico también lo desaconsejan:
«Las celebrities son personas para las que el culto al cuerpo es prioritario, tienen tendencia al perfeccionismo y la inflexibilidad, y en su interior puede más la pasión que la razón«, explica Mireia Cabero, profesora de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya.
Estas son las cosas que sí y que no deberías hacer durante el embarazo:
Deportes de aventura
Deportes como el ski, el jockey, el rugby o el submarinismo hay que tratar de evitarlos a toda costa, por los traumatismos que pueden generar.
Running y bicicleta
Una corredora habitual podría seguir practicándolo hasta las últimas seis o cuatro semanas de embarazo, sin embargo alguien que no esté acostumbrado debería evitarlo desde el principio.
Sin embargo, los paseos en bicicleta estarían indicados hasta la semana 28, sustituyéndola después por la bici estática hasta la semana 36.
Entrenamientos de baja intensidad y yoga
Los ejercicios de baja intensidad como el aeróbic acuático alivian el dolor lumbar más que los deportes de impacto. Además, quienes practican yoga tienen la tensión y el ritmo cardiaco más bajos que quienes caminan.
Entrenamientos de intensidad media-alta
Un estudio de la Universidad de Gotemburgo realizó un seguimiento a 80 mujeres que realizaban ejercicios de moderados a vigorosos entre las semanas 14 y 25 de su embarazo, dos días a la semana durante una hora. El resultado fue que no tenía impacto negativo en el desarrollo del feto ni provocaba alteraciones en cuando al dolor o presión sanguínea.
HIIT
Un estudio noruego de 2015 concluyó que esta clase de ejercicios no tiene un efecto negativo en la función cardiaca de la madre ni en el crecimiento del feto, aunque descubrieron que en estos se alteraban algunos genes relacionados con el estrés oxidativo en el corazón y el hígado.
