El mundo de la publicidad está cambiando a pasos tan agigantados que cuando crees que sabes algo, ha cambiado totalmente y si no que se lo digan a las agencias de publicidad que, durante años, se han ganado la vida con los anuncios comerciales en televisión y ahora se han visto en la obligación de saltar a las redes sociales y tratar, como en el caso de este influencer, con niños de 12 años.
El influencer de 12 años que cobra más que su padre
Álex Rivas es un publicista, de los de la vieja escuela, que ha pasado a trabajar de forma habitual con influencers y ahora, después de 10 años de profesión, ha decidido compartir en su cuenta personal de Twitter, algunas de las experiencias más insólitas, increíbles y casi imposibles de creer que se ha encontrado a lo largo de su carrera.
Una de las historias, la primera en realidad, que ha contado es sobre un influencer con el que trató, sin éxito, trabajar en 2016. Por aquel entonces el niño tenía 12 años y tenía por delante un futuro más que prometedor, aunque no del todo legal.
Un cliente encargó una campaña publicitaria a la empresa de Álex para llegar a adolescentes de entre 11 y 15 años, un público desconocido para él.
Investigando un poco descubrimos @musicallyapp y flipamos. Millones de chavales subiendo coreografías de canciones (muchas alucinantes) y decenas de ellos con más de medio millón de seguidores, ¿cómo no nos hemos enterado antes de esto? Me siento mayor.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
El cliente tiene un spot con una canción bastante molona y pegadiza. Proponemos contratar a los que tienen más seguidores para que hagan su coreo con ella y así la hagan más conocida. Cada vídeo es visto más de 200K y podemos ser los primeros en hacer algo así en España.
Enlace patrocinado— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Para mi sorpresa muchos tenían en sus bios correos tipo [email protected] para estas cosas, escribo a varios de ellos el típico mail de “trabajo para tal y tal y estamos interesados en hacer una campaña de publicidad contigo subiendo contenido en tu perfil…”
Enlace patrocinado— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Muchos contestan rápido, en horario escolar, alguno con representante #madremía. Uno nos envía un pdf profesional con tarifas y ejemplos, incluidas vídeos y fotos en Instagram, resulta que tiene más de 200K followers allí, con 12 años, en 2016. ¿Cómo no lo teníamos localizado?
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Es una especie de Cremades en pequeño, subiendo vídeos chorras con sus colegas en el cole. Alguno hasta me hace gracia, pero la verdad es que no entiendo la mitad de las cosas que dice. No diré quién es y en un rato lo entenderéis.
Enlace patrocinado— Alex (@marasfero) June 9, 2018
En la publicidad todo va muy deprisa y en la búsqueda del perfil perfecto para lanzar la campaña, el tiempo pasa y el cliente se impacienta. Álex manda al pequeño influencer (por edad, no por seguidores) las pautas de la publicación y el adolescente le mandó un borrador.
Mientras paso el vídeo (muy chulo) al cliente para aprobación, le digo que necesito que firme un adulto la Orden y que me diga datos de facturación, que no me los había pasado. No contesta. El cliente revisa el vídeo y me dice que es justo lo que buscaba, que lo publiquemos.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Al día siguiente vuelvo a escribir, le digo que el vídeo está ok, pero que necesito los datos de facturación y que firme algún adulto la OC. No contesta. Empiezo a pensar que estoy en un marrón importante. Lo intento más veces y durante dos días eternos no me dice nada.
Enlace patrocinado— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Tras mucho insistir me da su teléfono móvil. Pero me dice que le llame a partir de las 17:00, que antes está en el cole y no puede contestar. No me puedo creer que durante todo el tiempo he estado hablando por correo con el chaval y no con un repre. Le llamo.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Consigo hablar con él por primera vez. No me deja hablar, me dice que siempre le pasa lo mismo, que si queremos que publique la campaña éstas son sus condiciones: no factura, no firma ningún adulto y no se puede enterar su padre. Os podéis imaginar mi reacción.
Enlace patrocinado— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Pregunto que cómo es posible que con 12 años tenga un documento de tarifas tan elaborado y me dice que lleva dos años trabajando de esa manera, que todas las marcas pasan por el aro (que no son pocas) porque los resultados son acojonantes. Le doy la razón.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Pregunto cómo puede cobrar si es menor de edad. Contesta que le tenemos que pagar por paypal (que lo abrió con datos falsos) que no tiene cuenta bancaria y que no saca cash, no puede. Compra las cosas que le gustan por tiendas online que aceptan pagar con su saldo de paypal.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Insisto que si sabe los problemas que puede generarnos si se entera su padre, hacienda o el defensor del menor. Imagino la noticia: La marca xxxx contrata a menores sin permiso de sus padres para promocionar sus productos en Redes Sociales.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Me repite lo mismo: Esto lo que hay, este mes ya han aceptado estas condiciones 4 marcas. La cantidad pactada para la campaña es superior a 1.000 €, hago cálculos, cobra más del doble de lo que cobro yo, con 12 años.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Me dice que sabe que cobra bastante más que su padre. Pregunto si él no se entera de su ritmo de vida cobrando lo que cobra y me dice: él se cree que todo son regalos de marcas porque soy muy conocido en Internet… No entiendo cómo un padre no puede saber algo así de su hijo.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
Han pasado dos años y medio. He seguido al chaval, tiene 15 años y en sus últimas publicaciones hay algunas patrocinadas (el precio actual es más del doble de lo de hace dos años) sigue a todo tren.
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
¿Qué pensais que hubiese hecho el padre de haberse enterado? Muchos padres de influencers (incluso con niños muy pequeños) gestionan la imagen de sus hijos y ganan una pasta. ¿Habría sacado partido a la gallina de los huevos de oro o habría desmontado el chiringuito? #influencers
— Alex (@marasfero) June 9, 2018
No es de extrañar que el niño no quisiera decirle a su padre lo que ganaba, ya que probablemente ganará mucho más que él.