Un chico intenta poner ‘cachonda’ a su pareja por WhatsApp sin saber que se había equivocado de número

Llega el sábado por la noche, estás en la discoteca pasándotelo en grande con tus amigos y tus amigas y llega el típico pesado de turno buscando rollo, el chaval es mono, pero insoportable por lo que decides darle un número falso con la esperanza de que se calle y te deje en paz.

El problema viene cuando el número falso que han dado es el tuyo y tienes que aguantar el calentón de un tío que ni siquiera conoces. Esto es lo que le pasó a este chico, que se vio metido en una conversación subida de tono con un desconocido que no atendía a razones.

El «moja-abuelas»: todo un héroe de WhatsApp

Te escribe un número desconocido por WhatsApp y en seguida te das cuenta que se ha equivocado de número, ¿qué haces, le sigues el rollo o le explicas que no eres quién cree? Nuestro protagonista optó por lo segundo, pero su nuevo contacto no tenía intención de obtener un no por respuesta.

Por mucho que intentará explicarle a su empalmado interlocutor que no era la tal Marta, el ya conocido como moja-abuelas no paraba de insistir y el formato texto ya no era suficiente.

La conversación no podía empeorar y una vez recibida, que no descargada, o al menos eso dice nuestro protagonista, la imagen del susodicho, la cosa no podía empeorar, así que decidió vacilar un poco al caliente muchacho.

«Tendrías que verme en Chueca pillando un dilatador anal»

Morbos, calentón, coprofagia y mucha vaselina tomaron el control y el moja-abuelas estaba ofreciendo una imagen digna de estudio. Además de caliente el muchacho resultó ser un poco machista, por lo que Koderl0x, nuestro protagonista, se puso manos a la obra e intentar cambiar esa actitud.

El moja-abuelas, empalmado, dilatado y coprófago acosador pasó a los insultos hasta que se dio cuenta de que no hablaba con la tal Marta.

Atención. El siguiente hecho les va a aterrorizar tanto como a mí. Los hechos ahí están, cada uno que opine lo que quiera.

El muchacho va caliente y le da igual carne, pescado, ave o dinosaurio. Con tal de aprovechar el dilatador y bajar el calentón, se ofrece para todo.

Lo mejor de todo, la conversación al completo fue una broma. No existía acosador ni acosado, era una amiga del chico que se aburría y decidió gastarle una broma. Desde luego una de las bromas más épicas jamás vista.

Con amigos así uno nunca se aburre.

¿Qué harías si te escribiera un desconocido, caliente y con ganas de marcha? ¿Serías capaz de gastarle una broma así a tu amigo?

¡Comparte con todos tus amigos esta broma para que no se fíen de los números desconocidos que les escriban!

Fuente: Twiiter @Kodelr0x
Imagen de portada: Twiiter @Kodelr0x