Un bebé puede reírse por muchos motivos, y en situaciones que a lo mejor no son divertidas, pueden llegar a reírse a carcajadas sin un motivo aparente. Pero, ¿qué pasa con los enfados? Pues resulta que puede pasar lo mismo que con las risas, un bebé puede parecer enfadado sin nada que haya desatado esa condición.
Los padres primerizos saben que los bebés lloran porque necesitan que los alimenten, requieran atención o los cambien, o simplemente porque están cansados, enfermos o sufren algún dolor. Y algunos bebés tienden a reaccionar de la forma más negativa e intensa. El resultado: un bebé inquieto y enfadado.
Los verdaderos berrinches no suelen comenzar hasta que el bebé tiene entre 12 y 18 meses de edad, pero el llanto desconsolado de un bebé puede parecer una versión más pequeña de uno mismo.
Si el bebé está enfadado durante el día, pero no necesita alimentarse ni cambiarse el pañal, es posible que necesite desahogarse. Algunos bebés lloran para liberar la tensión o desfogar el exceso de energía acumulada, y algunos solo necesitan llorar para dormir.
Incluso los bebés tranquilos pueden sentirse frustrados y enojados cuando comienzan a explorar su entorno, pero no son capaces de hacer lo que realmente quieren.
En el vídeo de hoy, podemos ver a un bebé con una expresión de lo más graciosa. Está completamente enfadado y no para de apretar la cara para demostrar su estado anímico.
Nadie sabe por qué pone esa cara, pero lo cierto es que no tenía ningún motivo para comportarse así. Es más, los padres intentaron de todo para hacerle sonreír aunque fuera un poco, sin éxito alguno.
