A pesar de lo que mucha gente pueda pensar, los hombres más exitosos del mundo no siempre tuvieron un comienzo fácil ni se criaron entre algodones. Para conseguir convertirte en un multimillonario se necesita mucho tiempo, mucho esfuerzo y una pizca de suerte.
Buena prueba de ellos es el caso de Bob Williamson, un renombrado empresario estadounidense que ha conseguido fundar más de 11 empresas exitosas. Su logro comercial más grande hasta la fecha fue el establecimiento de una de las compañías de tecnología de servicio de alimentos más exitosas en los Estados Unidos, Horizon Software International; una compañía que vendió en 2008 por 75 millones de dólares.
Todos los logros que ha cosechado Williamson han de ser valorados, pero más aún conociendo la innumerable cantidad de desafíos personales que tuvo que superar durante sus primeros años de vida, los cuales detalla en su libro Miracle on Luckie Street.
Su infancia fue bastante dura. Con tan solo 15 años, ya se había convertido en un alcohólico. Fue a 19 colegios diferentes, se convirtió en un adicto a la heroína y a la metanfetamina y terminó viviendo en la calle. Sin hogar y sin amigos, optó por la vía criminal para subsistir, llegando a cometer robos con violencia y pasando varias temporadas en la cárcel de Nueva Orleans, Parrish Prison.
A la edad de 22 años había llegado a un punto en el que pensaba que el suicidio era su única salida. Estaba dispuesto a apretar el gatillo hasta que sufrió un horrible accidente de coche que lo llevó a conocer a una enfermera que cambiaría su vida.
Durante su larga recuperación, leyó la Biblia y encontró redención personal y esperanza. Desde ese momento dejó de tomar drogas y alcohol. Empezó a trabajar desde lo más bajo, se esforzó mucho y de forma inteligente. Comenzó un negocio, y prácticamente de la noche a la mañana acumuló una pequeña fortuna.
«Mi primer trabajo en Atlanta fue el de limpiar la argamasa de los ladrillos con un hacha de mano por 15 dólares al día. Un poco más tarde de empezar, sufrí un accidente que casi me mata. Mientras estaba en el hospital leí la Biblia y me hice cristiano. Poco después conocí a mi mujer. Ya llevamos casados 37 años», explica en una entrevista en Inc.
Cuando creía que había alcanzado el éxito absoluto, se vio afectado por los problemas que suelen acompañar a las fortunas que llegan demasiado rápido. De repente se vio abrumado por la tentación, la arrogancia y la lujuria. Era adicto a una nueva droga, el dinero. Afortunadamente, superó sus adicciones de nuevo.
En 1988 decidió sacar la empresa a bolsa y se hundió. La mayor parte del personal dimitió y las deudas ahogaron a la firma. Una vez más, Bob necesitaba reinventarse o morir. Aprovechando que sus dos hijos eran buenos programadores web, decidió emprender un nuevo proyecto.
Junto a otro compañero, descubrió que en los colegios de Estados Unidos no existía ningún software para gestionar los comedores o cafeterías. Se trataba de un mercado demasiado específico para las grandes compañías, así que no dudaron y lo crearon.
En 1993 nace Horizon Software International, que en la actualidad se utiliza en más de 15.000 colegios y universidades y factura anualmente 26 millones de dólares. Con este software, los pagos de la comidas se pueden hacer online y los padres pueden monitorizar lo que sus hijos comen en los colegios.
«En 2005, firmamos un acuerdo de 10 millones de dólares con el Ejército de Estados Unidos. Trabajé cinco años en ello. Desde entonces, nuestro sistema está en todas las instalaciones de comida del Ejército, la Marina y las Fuerzas aéreas».
A día de hoy, Bob se ha ganado el reconocimiento de todos sus paisanos por su increíble visión para los negocios. Tanto es así que fue seleccionado entre cientos de concursantes como el Empresario del Año en 2006 por la Cámara de Comercio de Gwinnett (la tercera cámara más grande del país).
También fue finalista del Premio Emprendedor del año en 2007 de Ernst and Young, que anteriormente había ganado el distinguido empresario Michael Dell, de Dell Computers. Actualmente pasa gran parte de su tiempo compartiendo su inspiradora historia para brindar esperanza a cualquier persona que pueda necesitarla.
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