Últimamente se ha vuelto mucho más que común el culto al cuerpo, hasta el punto de que hay mucha gente que se ha obsesionado y está llevando al límite su cuerpo con remedios y técnicas nada sanas para nuestro organismo. El último en mostrar su peculiar técnica de entrenamiento ha sido un fisioculturista que se inyecta aceite en sus músculos.
Las consecuencias de estar musculado a toda costa
Kirill Tereshin es un culturista ruso de 21 años que cuenta con un gran número de seguidores en Instagram. El motivo de su fama no es otro que su masa muscular.
Enlace patrocinadoЗа кого ты? 1-тамаев 2-терешин #best_v777 #tamaev #tereshin #тамаевтерешин
Enlace patrocinado
Sin embargo, gran parte de su popularidad en redes sociales se debe al método que usar para fibrar sus músculos. El joven se inyecta Synthol, un aceite que es común en el mundo del culturismo.
Afirma inyectarse litros de este aceite en sus músculos para fortalecerlos y conseguir su actual brazo de 60 cm de circunferencia.
No ha dudado en explicar en sus redes lo que ocurrió la primera vez que llevó a cabo esta práctica: «Cuando lo estaba haciendo, tuve una fiebre cerca de 40 grados, estaba tirado en la cama, sintiendo que me moría, pero entonces todo mejoró».
Este producto es totalmente legal y está compuesto por un 85% de aceite, un 7,5% de lidocaína y un 7,5% de alcohol.
Normalmente, se utiliza en las competiciones de culturismo para dar brillo a los músculos y causar mayor impresión. Aunque hay gente como Kirill que opta por inyectárselo directamente en su cuerpo.
Las consecuencias son brutales, ya que puede provocar problemas pulmonares, daños en el sistema nervioso e incluso, en casos extremos, ataques de corazón.
No todo es válido en lo que respecta a tener un buen cuerpo y mucho menos si implica poner en peligro nuestra salud.