Muchos de nosotros daríamos lo que hiciese falta por comernos una croqueta de nuestra madre y es que están tan deliciosas que nos consideramos amantes incondicionales de esta comida. Las pedimos en cada bar para probarlas y poder compararlas con las de otros sitios. Adoramos las de nuestras madres y nuestras abuelas y pasamos media vida intentando perfeccionar la receta sin resultados.
Curiosidades que no sabías sobre la croqueta
1- Viene del francés
La palabra croqueta viene del verbo crujir en francés (croquer) y de su diminutivo femenino croquette, que significa crujientita. Sobre su origen hay un poco de confusión ya que hay gente que dice que se inventaron en el siglo XIX, otros que fue el cocinero del rey Luis XIV, pero lo cierto es que son más antiguas de lo que todos pensamos.
2- La primera receta tiene más de 400 años
La primera receta es de 1691, cuando se publicó el recetario Le cuisinier roial et bourgeois de François Massialot, un chef francés y cocinero del duque de Orleans. En este libro, las croquetas aparecen quince veces y se recomiendan como entrantes.
Las llama croquets y lo cierto es que eran bastante distintas a las actuales. Estaban empanadas y fritas, pero el relleno es una especie de picadillo a base de carne, huevo, hierbas y trufa. Hasta que salió este libro, croquet tenía otro significado distinto. Servía para referirse a una especie de alfajor. Al final el termino croquet evolucionó a croquette y así se quedó.
3- No llevaba bechamel
Al principio no llevaban bechamel, pero esta salsa triunfó a finales del siglo XVIII y los cocineros franceses comenzaron a usarla como base para las croquetas.
Durante la Guerra de la Independencia, ya se comían croquetas en España. No sabemos cómo eran, pero es más probable que se pareciesen a la versión francesa que hemos comentado antes que a las que conocemos hoy día.
4- La primera receta española era de postre
Conocer la primera receta española de croquetas te dejará con la boca abierta. Son unas croquetas de arroz con leche, empanadas dos veces y fritas, que estaban pensadas como postre. Aparecen en un libro de cocina de 1830 que se titulaba «Manual de la criada económica y de las madres de familias que desean enseñar a sus hijas lo necesario para el gobierno de su casa».
Después de esto las croquetas ganaron popularidad y a mediados del siglo XIX aparecieron recetas en español para hacer croquetas de ave, conejo, salmón, cangrejo o langosta, entre otras.
