Tener un bebé es el deseo de muchas madres alrededor del mundo, pero no para todas es posible. Actualmente ya no es tan difícil tenerlo gracias a los avances en la medicina que permiten realizar procedimientos como la Fecundación in Vitro (FIV), método que utilizó esta madre para concebir a su hija.
Una historia casi de película
Jessica Share es una mujer que tenía un fuerte deseo de ser madre aún teniendo otra mujer como pareja. Fue hace unos años cuando se cumplió su sueño y, tras una inseminación artificial, dio a luz a su primera hija.
En primer lugar, quiso buscar similitudes con su pareja: afición a los deportes, estatura y peso parecido y con estudios en literatura. Alice fue el resultado del embarazo, pero no les parecía suficiente ya que deseaban tener cuatro hijos.
Se dispusieron a buscar al mismo donante para que la mujer de Jessica se quedase embarazada en esta ocasión, pero un año después de tener al bebé, acabó con la relación. Alice no quiso perder el contacto con ella, pero hubo un momento en el que se desinteresó por completo.
Fue en este momento donde Alice se interesó por la identidad de su padre biológico y no dudó en querer hacerse pruebas de ADN para lograr encontrarlo. Tras una intensa búsqueda en redes sociales, su madre encontró a Aaron Long, un hombre que coincidía a la perfección con lo que estaban buscando.
Jessica no dudó en empezar a hablar por redes con el padre de su hija, hasta que ambas decidieron mudarse a Seattle para estar cerca de él. Dicen que ‘el roce hace el cariño’ y eso fue justo lo que le pasó a la Share y a Long porque ahora son pareja.
Sus hijos se conocen y se aprecian, tienen una relación muy cercana y viven juntos en el mismo edificio. Se estima que son 67 los hijos que puede tener Aaron gracias a inseminación, ¡esperemos que no lleguen todos juntos!
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Fuente e imagen de portada: BBC
