La Navidad es un tiempo familiar para pasarlo con quien quieres y disfrutar. Pero los días se pueden hacer largos para aquellos que tienen vacaciones, entonces tienen que buscar formas de entretenerse. Es por esto que una joven ha decidido sacar su modo más travieso aprovechando esas fechas para hacer bromas y la víctima ha sido su padre.
Judy quiso gastarle otra vez una broma a su padre
Some of you out there may recall that in 2016 I played an excellent Christmas prank on my long-suffering Dad. It worked a treat. pic.twitter.com/srfaVgLF2J
— Judy Brown (@mcjude) December 25, 2018
Si te gustan los bombones, lo más seguro es que también puedes caer en esta broma. Primero el hijo compró una caja de coles de Bruselas y las metió en envoltorios de Ferrero Rocher. La broma fue un éxito. «Acabo de envolver los brotes para que los abriera (todos sellados como nuevos) y se horrorizó al encontrar las repugnantes mini coles de Bruselas», explicó Judy.
Metió mini coles de Bruselas en los envoltorios de los bombones
Las coles de Bruselas le dan asco a la mayoría de personas, es por eso que este año Judy se esforzó mucho más y llevó la broma al extremo. Judy decidió hacer sus propios bombones, así que compró chocolate y otra vez coles de Bruselas para simular bombones de chocolate pero con sabor a este vegetal.
While he was out I dipped the sprouts in chocolate, rolled them in chopped hazelnuts, and did all I could to replicate the iconic Ferrerro. pic.twitter.com/UgvLOXeXWJ
Enlace patrocinado— Judy Brown (@mcjude) December 25, 2018
Después de cocinar los bombones para hacerlos los más parecido a los originales, el siguiente paso era colocarlos cuidadosamente para que su padre no sospechase sobre la modificación de los bombones.
Su padre volvió a picar en la broma y se comió un bombón
Al final, dejó la caja en un lugar donde sabía que su padre lo vería. Al principio su padre miró el paquete de bombones y lo examinó por si acaso, dando por válido todo. Finalmente, se atrevió a comerse uno de los bombones y su cara fue desde la satisfacción hasta el asco.
I am still chuckling. I will all day long. I know his retribution will be swift and terrible, but no Christmas gift could be greater than this: seeing my Dad, despite his efforts to avoid it, unwittingly eat a raw sprout. Merry Christmas, one and all. pic.twitter.com/RYV6pvYqbe
— Judy Brown (@mcjude) December 25, 2018