Un niño de 8 años se convierte en la primera víctima mortal de la peligrosa ameba «comecerebros»

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Argentina ha confirmado la primera muerte causada en este país por la meningoencefalitis amebiana primaria (MAP), también conocida como ameba «comecerebros», y que ha despertado todas las alarmas. Se trata de un niños de 8 años que fue contaminado en la laguna de Mar Chiquita, a unos 400 kilómetros de Buenos Aires, la capital argentina.

La primera víctima mortal de la ameba «comecerebros»

¿Qué es la ameba «comecerebros»?

La meningoencefalitis amebiana primaria (MAP) es una infección que provoca la destrucción del tejido cerebral, y que es causada por la Naegleria fowleri, una ameba que se encuentra en las aguas dulces y templadas, como lagos y ríos, de todo el mundo.

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La infección se produce, generalmente, cuando se nada o se bucea en estos sitios, entra en el cuerpo a través de la nariz, destruyendo el tejido cerebral y provocando la muerte en el 97% de los casos.

No se puede transmitir de persona a persona ni al beber agua contaminada. También existe la posibilidad de que la ameba ingrese por la nariz sin llegar al cerebro, por ejemplo, si al salir del agua expulsa aire fuertemente por la nariz.

El caso del niño argentino

A las pocas horas de bañarse, el niño empezó a tener fiebre y sufrió cefaleas y vómitos, además de fotofobia (intolerancia a la luz) y sonofobia (intolerancia al ruido). A los pocos días, empezó a tener fallos respiratorios y hemodinámicos, convulsiones y encefalitis.

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En un primer momento le diagnosticaron meningitis, pero tras hacer varias consultas, descartaron dicha hipótesis y concluyeron que se trataba de un caso de meningoencefalitis amebiana primaria (MAP) provocada por el parásito Naegleria fowleri, conocida como ameba «comecerebros».

Según explican fuentes médicas, el niño falleció siete días después de empezar a sufrir los síntomas. Por suerte, se trata de un infección poco frecuente que tiene mayor incidencia en verano, y de los que apenas se han diagnosticado 40 casos entre 2007 y 2016 en Estados Unidos.

¿Cómo reducir los riesgos?

A día de hoy, no existe la forma de detectar y apreciar la existencia de este parásito en el agua. Además, el lugar y la cantidad pueden variar a lo largo del tiempo. Su presencia, como bien hemos dicho, es muy común en las aguas templadas de todo el mundo, pero no la infección que provoca.

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Por ello, la única precaución que pueden tener las personas es limitar la cantidad de agua que entra por la nariz y evitar bañarse en agua contaminadas o piscinas mal conservadas.

¿Sabías que existía ameba «comecerebros»? ¿Conocías el caso? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

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Fuente: twitter, Clarín
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