Jason y su amigo estaban sentados junto al río cuando escucharon un grito de socorro. Cuando miró a su alrededor para localizar la fuente del sonido, Jason se sorprendió al ver a un diminuto gatito trotando hacia él desde el otro lado de una carretera rural concurrida.
«Ella se acercó a mí y a un amigo mientras pescábamos, trató de cruzar una carretera rural de dos carriles hasta el otro lado en el que estábamos nosotros», explicó Jason a Love Meow.
Poco después, encontraron a otro gatito vagando cerca. Pensaron que los dos eran hermanos abandonados, ya que no podían encontrar a la madre por ninguna parte.
Jason y su amigo decidieron que no era correcto dejarlos allí solos siendo tan pequeños. Así que recogieron a los gatitos y se los llevaron a casa…
El amigo aceptó llevarse al pequeño gatito oscuro, mientras que Jason se quedó el gris, que ya le seguía por todas partes.
Después de un baño rápido para quitarle las pulgas, el dulce bebé pronto se acostumbró a su nuevo entorno.
«Se está haciendo grande, come como una campeona, hace sus necesidades en la caja de arena y la cuidamos de la mejor manera que podemos porque ella es tan joven y minúscula que no hay ningún anti pulgas que podamos usar con seguridad», dijo Jason.
Después de limpiar a la pequeña, se acurrucó en su nuevo ser humano para echarse una siesta acogedora. La esposa de Jason dijo que a los pocos días, llevarían a los gatos al veterinario, donde ambos tendrán su revisión correspondiente, sus microchips, y serán esterilizados.
