Alberto Chicote era el invitado de ‘El Hormiguero’ el día en que su presentador, Pablo Motos, iba a hacer una confesión que cambiaría el buen humor de Nuria Roca. La sección de la colaboradora puede ponerles contra las cuerdas, y le tocó a ella ser la protagonista de la sección.
«¿Te has sentido alguna vez ridículo en televisión?»
Esta era la pregunta que iba a traer mala suerte a Nuria, quien intentó desviar su complejo preguntándole al invitado y al presentador. «Yo también he tenido las orejas de soplillo», comentaba un espectador a través de un correo electrónico a Nuria.
«¿Te llamaban ‘Dumbito’ en el cole o algo así?, le preguntaba Chicote a la colaboradora. En ese momento fue cuando la colaboradora quiso dejar de lado el tema y le planteó a sus compañeros si ellos se habían sentido ridículos alguna vez.
Pablo comenzaba contando una anécdota que nadie sabía: «Me afeité una ceja entera», confesó mientras que en el plató reinaba el silencio. También aseguró que solo intentaba quitarse esos «pelos locos» con la recortadora de la barba, pero que algo salió mal.
«Salí corriendo para llamar a mi mujer, y me estuvo pintando la ceja un mes», afirmaba el presentador. Alberto tampoco ha querido pulsar el ‘botón rojo’ de la sección y se ha sincerado durante el programa: «No sabes lo ‘paquete’ que puedo ser para mover los pies», confesaba mientras contaba que su mayor ridículo fue cuando le hicieron bailar en un plató.
«No hace falta que cuentes por qué te has sentido ridícula en la tele», comentaba Motos a la colaboradora. «Podemos hacer que superes el complejo de las orejas de soplillo si tú quieres», aseguraba el presentador.
Después de una pequeña discusión entre Nuria y Pablo, ella cedía a mostrar la foto donde aparecía de pequeña con lo que tanto le había acomplejado toda la vida: sus orejas. «La pones menos de un segundo y sin comentarios«, pedía la colaboradora.
Al final la fotografía salió en pantalla y los espectadores se quedaron en silencio mientras se reproducía la imagen. Era evidente que Nuria Roca no ha superado aún su complejo, pero lo cierto es que ahora está mejor que nunca.
