Las pesadillas son más comunes entre los niños que en los adultos, pero estos también las sufren, especialmente las mujeres. Según expertos en psicología, se estima que el 50% de los adultos tienen pesadillas ocasionales.
En general, las pesadillas no son una amenaza para la calidad del sueño, pero cuando son constantes y severas pueden llegar a causar problemas en el trabajo, el colegio o el hogar.
¿Quieres saber lo que provoca tus pesadillas?
Aunque solo el 1% de los adultos tienen pesadillas con la frecuencia para necesitar buscar ayuda profesional, es importante saber por qué se producen.
1- Estás procesando un trauma
Según un estudio de 2015, las síntomas son un síntoma importante del trastorno de estrés postraumático. «Las pesadillas frecuentes pueden ser un signo de recuerdos reprimidos, trauma, apnea del sueño o trastornos del sueño», explica Alex Dimitriu, médico y fundador de Menlo Park Psychiatry & Sleep Medicine. «Se sabe que las personas con trastorno de estrés postraumático experimentan pesadillas recurrentes, a menudo relacionadas con el incidente traumático», añade.
2- Rasgos propios de tu personalidad
Un estudio de 2001 descubrió que las personas más sensibles tienen más probabilidades de tener malos sueños frecuentes. Otro estudio, reveló que las personas con intereses artísticos y creativos también tienen más probabilidades de experimentar pesadillas regularmente.
3- Sufres problemas de salud mental
Un estudio finlandés descubrió que las personas que tienen una depresión severa o incluso una visión negativa de sí mismas son más propensas a tener pesadillas. Si bien la depresión es claramente un factor, el estrés general de la vida cotidiana también puede tener un impacto significativo en los malos sueños y la calidad del sueño.
Las circunstancias comunes, como mudarse, tener un examen próximo o cambiar de trabajo, pueden desencadenar una pesadilla.
4- Algún medicamento te puede estar afectando
Ciertos medicamentos para la presión arterial, los antidepresivos, los antihistamínicos y los esteroides son los que más pesadillas suelen producir. El alzheimer, el parkinson y los medicamentos para reducir el colesterol también pueden contribuir a un sueño perturbador.
5- Has bebido alcohol
Aunque el alcohol puede ayudarte a conciliar el sueño en un principio, cuando se metaboliza su efecto sedante desaparece, creando un sueño fragmentado y pesadillas. Cuando bebes más de la cuenta, tus sueños y pesadillas son mucho más vívidos de lo habitual.
6- Has comido demasiado antes de acostarte
Un estudio realizado en 2015 por la Universidad de Montreal descubrió que el 9,5% de las personas tenía malos sueños después de haber cenado tarde. En otro estudio de 2015, alrededor del 44% de las personas señalaron que los helados y otros productos lácteos les generaban sueños extraños e inquietantes. También hay algunas pruebas que sugieren que las comidas picantes pueden provocar pesadillas.