Romper relaciones nunca ha sido tarea fácil ni de buen gusto. Engaños, mentiras, o que se apague la llama, son algunos de los motivos por los que una relación llega a su fin. Existen varios métodos para no dejar a tu pareja en la estacada y hacerle el menor daño posible, pero, ¿es el ‘ghosting’ uno de estos métodos?
¿Qué es el ghosting cuando dejas una relación?
Hacer «el fantasma» cuando una relación está acabando es, básicamente, desaparecer del mapa. No hay mensajes, ni explicaciones, ni llamadas. Solo quedan las dudas de una pareja rota que no puede modificar su destino.
El ‘ghosting’ menos serio se practica en las discotecas. Todos hemos sufrido este fenómeno alguna vez. Alguien se nos acerca, bailamos, jugueteamos y en cuestión de minutos ha desaparecido de nuestra vista.
Algo parecido pasa en las relaciones. Días y días de entregarle lo mejor de ti a alguien, pero llega un momento en el que algo falla, la relación se va apagando y no hay solución posible para solucionar la catástrofe.
Por supuesto, y como todo, hay personas que jamás practicarían esta técnica, y hay otras que le ven el lado útil. Si has tenido alguna vez una cita con una persona que no te ha convencido en absoluto y solo ha hablado de ella misma, puede que le des otra oportunidad, pero lo más normal es que hagas un ‘ghosting’.
Si te sientes mal o quieres que la otra persona reciba una explicación por tu parte, la llamarás o le enviarás un mensaje diciendo: «Ha sido genial conocerte pero ahora no tengo tiempo para el amor», o algo así que te salga del alma para quitarte a esa persona de encima.
Todo puede pasar, si llevas años con tu pareja y decides dejarlo pero la otra persona sigue enamorada, puede que a veces intente hacer que vuelvas. Te invite a quedar, vaya a verte o e escriba a menudo. En estas ocasiones, es muy probable que desaparezcas sin decirle por qué.
Es normal que al principio te sientas mal, pero es cierto que tú también tienes derecho a rehacer tu vida y a seguir sin esa persona, igual que la otra parte no se merece que jueguen con ella.
A todos nos llegará el momento alguna vez de ser los villanos o las víctimas, eso es incontrolable. Lo único que sabemos es que las relaciones no pueden vivirse con miedo a que se acaben y hay que saber dar lo mejor de uno mismo.
