Las 72 horas de arresto por las firmes sospechas de asesinato al menor de 8 años se le están consumiendo a Ana Julia. Mientras tanto no dejan de aflorar informaciones que, de confirmarse y contrastarse, inflarían la pena de la detenida. Ahora acaban de sacar la conversación que tuvo con su círculo de amigos donde reconoce que «el pescaíto» era un estorbo.
Ana Julia pretendía regresar a la República Dominicana con el padre de Gabriel pero el niño lo impidió
La poderosa y estrecha unión entre Patricia y Ángel, padres del pequeño asesinado, era el presumible móvil que llevó a la presunta asesina a estrangular a Gabriel. El odio, los celos y el amor que profería la pareja hacia «el pescaíto» eran el claro impedimento para que Ana Julia formase una soñada nueva vida con su ex pareja en su país natal.
La frialdad con la que la vimos actuar hasta horas antes de ser detenida con el cadáver de Gabriel en el maletero de su coche, tras 12 incansables días de búsqueda, la evidencia su anterior familia.
La hija de una ex pareja que tuvo en Burgos acude a televisión para reconocer que «¡Esa mujer es mala! Se quedó con todo el dinero de mi padre y le pagó una casa de 45.000€ en la República Dominicana», comentó en Expediente Marlasca en laSexta.
Hasta las propias declaraciones de la única detenida en el Caso Nemo la delataron cuando informó de que la familia estaba ofreciendo 10.000€ por el rescate de Gabriel, algo que los padres reconocen haber acatado tras las insistencias de Ana Julia (hasta quiso elevarlo a 30.000€)
En toda esta descarada estrategia entorpecía la verdadera víctima, Gabriel, ya que según aportan amigos de la detenida a los medios de comunicación, Ana Julia llegó a verbalizar que el niño «molestaba» para urdir su plan de irse a su país. Es entonces cuando encaja las palabras que el pequeño le decía al padre: que «no vuelva de República Dominicana».
Los familiares directos de la presunta culpable la defienden a capa y espada: «Ha tenido que ser obra del demonio», expresó su madre desde aquel país. «Lo encuentro extraño, nosotros somos muy humildes, nos ganamos el pan con el sudor de la frente. No creo que ella, que viene de abajo con sacrificio y esfuerzo, le arranque la vida a un inocente», ha llegado a decir su propio hermano a una televisión local dominicana.
Y es que todo esto unido a la reapertura de la investigación del accidente ocurrido en 1996 con su propia hija, las declaraciones de su anterior familia y los evidentes hechos con el caso de Gabriel no dejan a Ana Julia en muy buen lugar.
Además, fuentes de la Guardia Civil y del Ministerio del Interior aseguran que la detenida «no habla» y no está colaborando con la investigación y reconstrucción del crimen. A la espera de que salgan más pruebas, parece ser que ya está acorralada…