No hay nada más aburrido para un hombre que acompañar a su mujer, madre o hija a ir de compras. Para ellos es una transacción cotidiana que puede tardar entre 15 y 30 minutos en escoger, probarse y pagar la prenda necesaria, pero para ellas es toda una ceremonia, llena de rituales que pueden llegar a cansar hasta al alma más caritativa.
Estos hombres fueron fotografiados en los momentos de mayor aburrimiento, desesperación y pesadez que puede experimentar una persona mientras espera en una tienda a que se tome la decisión correcta.
¿Qué haces tú mientras tu mujer se prueba modelitos?
Este tipo de situaciones se recogen en una cuenta de Instagram miserable_men que se encarga de recopilar todas las imágenes que le envían sus seguidores y compartirlas con su audiencia para demostrar a todos eses hombres que se aburren en las tiendas que no están solos.